Es fácil hablar de la buena mentalidad de un jugador cuando está jugando un golf casi perfecto. Todo es fácil, automático y las rondas bajas aparecen de forma constante. Pero sabemos que eso no dura mucho, y todos los jugadores en cierto momento tienen que superar obstáculos y luchar por firmar el mejor score posible.
Esta semana para ninguno es fácil. Todos deben mantener la cabeza fría ante hoyos sumamente desafiantes, con un viento que nunca deja de soplar y complicar el control de la pelota. La paciencia debe ser la principal virtud en Kiawah Island, y pudimos ver cómo muchos la pierden y por lo tanto los números grandes aparecen.
Emiliano Grillo sufrió una situación similar durante sus primeras dos rondas: excelentes comienzos, en ambas vueltas venía -2 en los primeros hoyos; pero cuando llegaron los problemas fueron grandes, y cambiaron por completo las aspiraciones del chaqueño.
El día de ayer les contamos cómo pasó de estar -2 al tee del 8, en quinto lugar, a terminar +5 y por fuera del puesto 100 al final del día. Hoy estaba obligado a jugar una ronda sólida por la tarde, pero no era tarea fácil porque el viento soplaba con mucha fuerza y eso se reflejaba en el corte clasificatorio: ascendió hasta +5.
Grillo arrancaba de la mejor manera con 2 birdies seguidos (salió por el 10) que le daban un aire de 2 golpes con respecto al corte. Sin embargo, al llegar al difícil hoyo 14 la ronda iba a pegar giro de 180 grados; luego de fallar al bunker de la izquierda, aparecían problemas con el sploder y causaban un triple bogey, que lo tiraba muy para atrás hasta 6 sobre par, ya por fuera del corte y con muchos hoyos difíciles por delante.
Este es el momento clave a analizar. Porque la frustración debió ser muy grande, por segundo día consecutivo tener que soportar un gran arranque, arruinado por números altos; no es fácil el cambio de mental de querer luchar por meterse en torneo, a tener que trabajar mucho por pasar el corte.
Como si esto fuera poco, en el par 5 del 16 el chaqueño hacía bogey, y ya se alejaba por 2 golpes del corte. Pero….Emiliano volvió a demostrar que está en un gran lugar mental. Está muy entero. Y desde aquel bogey al 16, logró enfocarse en el hoyo a hoyo, tiro a tiro, y jugó sus últimos 11 hoyos en 2 bajo par.
A la vuelta Grillo estuvo siempre afuera del corte, porque pese a bajar el hoyo 4, todavía estaba en +6 total, afuera por uno. En el hoyo 6 llegaba un nuevo bogey, y ahora sí las cosas se complicaban mucho porque quedaba afuera por 2, y sólo faltaban 3 hoyos por jugar, de los cuales sólo uno era a priori accesible.
Emiliano necesitaba ejecutar bien y de manera urgente. En el par 5 del 7, tras un buen tiro de aproximación desde el bunker, se dejó una chance de 3 metros y medio para birdie que no desaprovecharía, y volvía al +6, y a 1 golpe del corte. Sin embargo, en el complicado par 3 del hoyo 8 dejaba corto su tiro de salida y luego de un buen approach embocaba otro putt clave (de 2 metros y medio) para seguir con vida y soñar con un birdie final que lo meta en el fin de semana.
¿Hablamos de la necesidad de ejecutar en el momento justo? Eso hizo el chaqueño en el hoyo final. Drive perfecto de 353 yardas, 2do tiro a la altura de la bandera y a 2 metros, putt embocado bajo presión.
Muchos fanáticos del golf argentino siguieron expectantes el final y se alegraron con los birdies sobre la hora de Emiliano. Porque saben que no todo es ganar torneos, estas son pequeñas victorias personales que reflejan un gran crecimiento de Grillo.
